Esto hace imposible reformas que permitan tener menos impuestos y tasas, que generen un aumento de la inversión privada y una más activa competencia de precios y productos en el mercado.
La llegada de un Gobierno Nacional libertario (liberal) a despertado alguna esperanza en quienes realmente quieren invertir y desarrollarse económicamente en una economía más dinámica y competitiva.
Se adecuarán al cambio otras administraciones del País o dejarán que la crisis lleve hasta la derrota a esta nueva gestión en las próximas elecciones y entonces puedan recuperar el poder... El problema para nosotros, los que realmente deseamos progresar y desarrollar nuestro espacio en el mercado es saber sí las reglas de juego se modifican para el bien del desarrollo, o volvemos a hundirnos económicamente como tantas veces nos a pasado en este País tan mal dirigido políticamente desde hace años.
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